martes, 8 de mayo de 2018

Mundial, caos político y resiliencia


Pasaron casi tres años para volver a escribir en mi blog. En este lapso Perú accedió a una Copa del Mundo luego de 36 años, cambiamos de presidente una y otra vez. Por último, me he dado cuenta que la vida golpea y enseña.

TREMENDA ALEGRÍA
Quiero comenzar con el acceso de Perú a la Copa del Mundo (el tema de moda en esta época). Será la primera vez que ve a mi país en una justa mundialista luego de caer en  incontables decepciones deportivas de la blanquiroja.

Mi corazón remendado es muy distinto al que tenía a los 14 años. En mi adolescencia saltaba hasta el techo por un gol. Ahora, solo me genera algunas sonrisas. Lo siento, la euforia futbolística se la dejo a los hinchas.

Confío en una buena participación. Será difícil, pero allí estaré junto a la familia o en el trabajo. Esperaré ese grito de gol peruano y sentir dentro de mi cuerpo la alegría por saber que se puede ganar y la angustia por sufrir con cada ataque del rival.

¿Y DÓNDE ESTÁ EL PRESIDENTE?
Admito, no soy un experto en política. Sin embargo, es la primera vez que veo que se cambie de presidente por incapacidad moral. Pensé que PPK sería un presidente distinto al ostentar diplomas y relaciones muy cercanas a las más altas esferas del poder en el mundo.

Dicen que manejaba el país como empresa en vez de un estado. Pecó en la buena voluntad de políticos disfrazados con piel de cordero y terminó expulsado del sillón presidencial para ver cómo asumía Martín Vizcarra su lugar.

Quiero creer que el Perú mejorará. Confío en que el Congreso terminará de poner trabas y buscará un mejor horizonte para el país.

SIGO VIVO
Si alguien pregunta por mí, gracias a Dios sigo vivo. Tengo 10 años trabajando en el diario más grande del país, la familia creció al llegar una sobrina que se volvió la alegría de mis padres.

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