miércoles, 15 de mayo de 2013

El pan mío de cada noche

Hoy, un 15 de mayo pero del 2008 ingresé a trabajar al Grupo El Comercio y en un parpadear de ojos -algo rojos y dibujados con ojeras por las amanecidas- cumplo un lustro en el área de Plataforma Digital.

Si bien es cierto que los documentos me registran como trabajador oficial desde mediados de mayo, recuerdo claramente mi primer día que ingresé a El Comercio por la puerta de la Avenida Lampa. Era un domingo 27 de abril (aniversario de mi colegio Externado Santo Toribio y un día antes del cumpleaños de mi abuela Elvira Vivar).

Las instalaciones casi vacías y un rostro algo conocido me dieron la bienvenida. Fue Enrique Peralta mi primer compañero de trabajo. Aquel extoribiano de la promoción 99', quien pese a su poca paciencia me enseñó a manejar el desaparecido programa Ivmaker. Pasé algo más de 15 días a prueba y al final logré mi ingreso. Mi ex jefa Maricella Arias me dio la bienvenida y la confianza que creo no he defraudado en todo este tiempo que pertenezco a mi área.

Del diario el El Men me retiré con mucho pesar y una caja llena de recuerdos. Sin embargo, en el nuevo trabajo era conocido por los vigilantes como el practicante y tenía una nueva tarea: Escribir otra etapa de mi vida. Aquella que continúa con rostros nuevos, mejor tecnología y otras locaciones.

Hago este pequeño alto en mis labores para compartir estas líneas con todos los que me soportaron y respaldaron. Gracias y siempre para adelante.