sábado, 26 de enero de 2013

El trabajo en un diario 'chicha'

Quiero evitar herir cualquier susceptibilidad y solo referirme a mi experiencia en un diario denominado 'Chicha' que se exhibe en los puestos de periódicos de la capital. En esta ocasión no deseo hablar sobre la actividad periodística, sino sobre el trato que recibí. Creo que si queremos mejorar la profesión, debemos hacer valer nuestros derechos. Aquí va mi historia:

Noviembre del 2005: Necesitado de trabajo y con el grado de bachiller bajo el brazo ingresé a mi primera experiencia como periodista. El diario, editado por "Monterosas" -cambié el nombre a propósito-, ubicado aquel entonces entre Magdalena y Pueblo Libre, me recibió con sus enormes muros de cemento como si fuera una cárcel de máxima seguridad.

Ni bien llegué, me sorprendió el escaso mobiliario. La gente se peleaba por las sillas. Tras volver de mi primer día de descanso, vi que mi asiento estaba en otra área y tenía que cargarla para devolverla a su lugar. Esa acción se hizo costumbre durante los dos años y medio que estuve.

Las computadoras tenían monitores diminutos. Lo que es peor: muchas a blanco y negro de 12 pulgadas. Tuve la suerte de sentarme en una PC que tenía Internet con monitor a color. Nunca pensé encontrarme con un artefacto que por poco me provoca gastritis y genera 'canas verdes'. La lentitud extrema y las visitas del técnico eran recurrentes.

El baño emitía un hedor insoportable. Hasta la señora de limpieza se resistía a hacerle mantenimiento. Es por eso que le pedí a un amigo editor de otro diario (en "Monterosas" se emiten 4 periódicos) que me preste sus servicios antes de contraer alguna enfermedad en aquellas insalubres letrinas.

El archivo era un nido de ratas. Los periódicos antiguos guardados en un almacén era una invitación a ser mordido por algún roedor. Felizmente se dieron cuenta a tiempo al cambiarlo de lugar. Ni qué decir de la movilidad. Eran taxis contratados con un límite de gasolina pagada. Si te ibas lejos de comisión, el chofer empezaba a reclamar.

Si bien es cierto que la paga -poca en realidad- fue puntual, no considero que se realiza un trato justo hacia las personas. Lo que gané en esa época no es ni el sueldo mínimo en la actualidad y al que ingresaba como practicante le ofrecían S/.100 mensuales y su almuerzo diario. Esa es la dura realidad de los periodistas que tienen la 'suerte' de trabajar en este tipo de lugares. Mi consejo es que busquen bien y eviten aceptar este tipo de malos tratos.

(*) Si alguien se pregunta por qué no llamamos al Ministerio de Trabajo, pues les cuento que cada vez que los supervisores se acercaban a las oficinas, los empleados que no estábamos en planilla terminábamos en la calle a la espera que se retiren los integrantes del ministerio.

domingo, 20 de enero de 2013

¡Arriba Perú coraje!

Cartagena, Guarderas, Hinostroza, Cedron y Benavente (Foto: FPF)
Hace poco me cuestioné sobre el rendimiento de la Sub 20 de Perú en el Sudamericano de Argentina. Era de esperarse un similar resultado en los últimos años: Eliminados en primera ronda y sin pocas figuras a destacar.

No obstante, la clasificación al hexagonal final demostró el pundonor que ofrece la totalidad del plantel entrenado por el argentino Daniel Hamed. En esta ocasión no tenemos una  estrella máxima como en el caso de Reimond Manco en "Los Jotitas", sino un grupo cohesionado, centrado y decidido en lo que desea a pesar de una edad que suele estar más pegada a la diversión que al sacrificio deportivo.

Mi deseo es que la Sub 20 de Perú clasifique a Turquía 2013 y reedite sus buenas actuaciones en tierras europeas. Cuenta con el respaldo de convertirse la revelación del torneo al eliminar al actual campeón de la categoría, la valentía de jugar nueve partidos bajo temperaturas elevadas y contar con esa sed de ambición que pocas veces suele ser blanquiroja. Es necesario reforzar el grado de concentración cuando estemos en desventaja en el marcador y corregir errores en el sector defensivo.

Por el momento hay un material interesante con miras al futuro de la selección absoluta. Evitemos endiosar a los jóvenes valores. Me resisto a creer que en unas semanas veré a un Sub 20 haciendo spots publicitarios o anunciarán mediante conferencia de prensa la realización de una miniserie sobre la vida de ellos. Que Dios los ilumine.